Indicaciones engañosas

28 Feb 2022

El pasado lunes 21 de febrero un amplio espectro de convencionales de izquierda —entre los que se encuentran Atria, Chahín y Politzer— presentaron una serie de indicaciones a la propuesta de la Comisión de Sistema Político de la Convención. De ser aprobadas, si bien se mantendrían el régimen presidencial, con balotaje y la conformación de primarias presidenciales —elementos positivos que incentivan la conformación de coaliciones políticas y la moderación de los candidatos—, producirán una serie de cambios que debilitan el equilibrio de poderes.

En efecto, los cambios propuestos por los convencionales establecen la posibilidad de reelección inmediata y definida del presidente, como actualmente ocurre en Argentina, Bolivia, Ecuador y República Dominicana. Al respecto, la literatura señala que, en países con sistemas de partidos débiles, la reelección definida suele favorecer al presidente en el poder y refuerza la tendencia hacia el liderazgo personalista y hegemónico inherente al presidencialismo (Zovatto, 2014). Así, lejos de reforzar la competencia política a nivel presidencial, las indicaciones la debilitarían en favor de quien estará en ejercicio.

En lo que respecta al Consejo Territorial —órgano con escaños reservados y paritario, que elimina el Senado y sería el encargado de votar las “leyes de acuerdo regional”—, sus integrantes serían electos de forma directa, con un sistema electoral proporcional de magnitud tres o más en todas las regiones, independientemente de la población que estas posean. Como ocurre con los sistemas proporcionales combinados con sistemas presidencialistas y sistemas de partidos débiles, se sacrifica la gobernabilidad por la representatividad. Esta dinámica se vería reforzada por el hecho de que al Congreso Plurinacional y al Consejo Territorial podrán postular candidatos tanto de partidos como de listas, si bien ya no serían de independientes, tampoco serán de partidos políticos solamente, sino también de movimientos sociales. La combinación de estos factores son una receta para la inestabilidad política, marcada por una lucha entre el Ejecutivo y Legislativo cuando el presidente no tenga mayoría parlamentaria, o por la fácil concentración del poder cuando sí la tenga.

En definitiva, las indicaciones presentadas amenazan el equilibrio de poderes (unicameralismo de facto), la estabilidad política (tensión Ejecutivo-Legislativo) y, en consecuencia, las libertades de los ciudadanos (concentración del poder). Esperemos que no sean aprobadas o, al menos, sean perfeccionadas a la luz de la experiencia y evolución constitucional.

*Publicada en La Segunda.

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