Ministerio de Seguridad a medias

Si bien la creación del Ministerio de Seguridad Pública (MSP) representa un avance, la institución enfrentará problemas para combatir mejor al crimen organizado debido a la persistencia de dependencias fragmentadas y falta de autoridad en instituciones claves como Gendarmería y la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI), además de presentar responsabilidades diluidas a nivel regional entre el delegado presidencial y el Seremi de seguridad.

En efecto, dado que se perdió la oportunidad de que Gendarmería se transformara en una institución no deliberante bajo la dependencia del MSP, mantendrá su calidad de servicio con todos los problemas que ello implica. La relación entre el ministerio con Gendarmería estará encausada, principalmente, a través del Consejo Nacional de Seguridad Pública para efectos de la elaboración de la Política Nacional de Seguridad Pública y del Sistema de Seguridad Pública para intercambio de información y políticas conjuntas.

Complementariamente, la ANI seguirá dependiendo del Presidente de la República a través del Ministerio del Interior. El ministro de Seguridad podrá solicitar informes de inteligencia a la ANI, pero solo los ministros del Interior, Defensa y el director de la ANI proporcionarán antecedentes e informaciones de estudios y reportes de la Agencia cuando los solicite el Congreso, lo que da cuenta de la falta de autoridad del MSP en una materia tan importante como es la inteligencia.

Por último, la entrada en vigencia de la ley generará problemas de responsabilidades diluidas en materia de seguridad a nivel regional. Los Consejos Regionales de Seguridad Pública –que son instancias de coordinación y colaboración regional del Sistema de Seguridad Pública– serán presididos por el delegado presidencial, con el Seremi de Seguridad como secretario ejecutivo. Por lo tanto, en regiones la última palabra sobre seguridad la seguirá teniendo Interior a través de los delegados, pero los responsables y quienes deberán rendir cuenta por los resultados serán el Seremi de seguridad respectivo.

En definitiva, el MSP todavía no parece ser capaz de definir un sistema coherente y eficaz contra la delincuencia. Mientras no se resuelva la tensión entre Interior y Seguridad, y se definan roles y responsabilidades sin ambigüedades, el país seguirá enfrentando un esquema de seguridad desarticulado.

Esta columna se elaboró para el centro de estudios Horizontal.