Lecciones de la Comisión Marfán

29 Nov 2023

El viernes pasado, luego de tres meses de trabajo, la Comisión Marfán entregó su informe final al ministro Mario Marcel. Más allá de las estimaciones particulares, el documento hace una excelente labor en relevar la importancia del crecimiento económico como motor de desarrollo y recaudación fiscal e identificar las medidas más relevantes -de corto y largo plazo- para lograr dicho objetivo.

“Si se privilegia el crecimiento, habría más holgura que con una reforma tributaria”. Así de tajante fue Manuel Marfán al dar a conocer los resultados de la comisión convocada por Marcel e integrada por siete miembros, al alero del pacto fiscal. Y con justa razón. El grupo de economistas estimó que si en los próximos 10 años la tasa de crecimiento del PIB fuera de un punto porcentual adicional anual, las holguras fiscales crecerían hasta un 1,76% del PIB en 2034 (US $7.800 millones aproximadamente).

Para tener una orden de magnitud, esto equivale a duplicar los recursos actuales que destinamos a la Pensión Garantizada Universal (PGU) (1,5% del PIB para el 2022). Estos resultados no solo deberían encauzar la entrampada discusión del pacto tributario (¿cuánto hubiera ayudado que en la fallida reforma tributaria el gobierno hubiera partido por acá?) sino también hacer reflexionar a todo el espectro político, y en especial al actual gobierno, sobre la importancia del crecimiento económico.

Sin crecimiento, no hay empleos de calidad; no hay recursos públicos para aumentar las pensiones o mejorar nuestro sistema de salud. Sin crecimiento, se trunca la promesa de movilidad social. Bajo esta óptica, el crecimiento económico no es un fin en sí mismo, pero sí una condición habilitante para el progreso. Como recalca el mismo informe: “El progreso social sin crecimiento es sólo una ilusión”.

Bien hace el informe, también, en indicar el camino para destrabar los “nudos” más relevantes que hoy enfrentamos: (i) los excesivos plazos y poca certidumbre de nuestro sistema de permisos y (ii) las oportunidades que no estamos tomando en la triada litio-cobre-hidrógeno verde.

Primero, el beneficio privado de acortar en un tercio el actual tiempo de tramitación de proyectos de inversión es equivalente a disminuir en 3,7 puntos la tasa de impuesto corporativa (27%). Por su parte, el valor financiero para el fisco de adelantar estas inversiones equivale a un mayor valor presente anual de casi US $940 millones.

Segundo, el informe invita a salir del letargo actual y hace un llamado urgente a acelerar la producción en litio y cobre y derivados del hidrógeno verde (e-metanol y amoniaco). En litio, como muchos ya hemos advertido más de una vez, se crítica la creación de una empresa estatal porque desaprovecharía la actual ventana de oportunidad. En cambio, contrastando los casos de Australia y Canadá, se hace un llamado a atraer inversión extranjera y acelerar la puesta en marcha de proyectos. En cobre, ante una producción estancada hace 10 años y una pérdida en la participación mundial de 8 puntos porcentuales, los expertos también recomiendan agilizar la tramitación de proyectos e implementar las 53 recomendaciones de la CNEP para mejorar la productividad del sector.

Por último, en su último capítulo, el informe abre una lúcida y pertinente reflexión sobre una serie de temas más profundos que hoy tienen trabada nuestra capacidad de crecimiento de largo plazo. Se destaca nuestro disfuncional sistema político y el lento deterioro institucional; la pérdida de competitividad de las exportaciones; las brechas de nuestro sistema educativo y una baja participación laboral femenina.

El PIB per cápita de Chile lleva estancado 10 años. Es una siesta demasiado larga para un país que aspira a salir de la trampa de ingreso-medio y alcanzar una sociedad con igualdad de oportunidades y una mejor distribución de su riqueza. Si no reactivamos el motor de nuestra economía, hablar de mayor recaudación fiscal es un sinsentido. Lamentablemente, con un gobierno a la deriva, sin orientaciones claras y que en su ADN más profundo rechaza las transformaciones graduales del Chile de los últimos treinta años, el llamado de esta Comisión a poner el crecimiento económico difícilmente logre el protagonismo que se merece.

Esta columna se publicó en Ex-Ante.

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