Críticas al CPTPP: un relato sin datos

01 Mar 2024

El primer aniversario de la entrada en vigor del CPTPP ha sido objeto de un intenso debate. A un informe publicado por la Subrei donde se señalan efectos dispares en las exportaciones al bloque, se sumó una ácida columna del ex subsecretario Ahumada, donde declaró que “el TPP11 no ha generado ganancias marginales, sino que ganancias nulas”.

  • Lo cierto es que apenas transcurrido un año ningún experto o académico medianamente riguroso se atrevería a asegurar, con tal desparpajo, que el impacto de un tratado de libre comercio es cero.
  • Las implicancias de pertenecer a un bloque comercial de esta magnitud, cuya liberación completa de aranceles se materializará recién el 2038, va mucho más allá de las fluctuaciones comerciales de un año.

Desde una mirada de largo plazo, la entrada de Chile a este bloque viene a ratificar una política de Estado basada en la apertura comercial, que trasciende a gobiernos de turno. Con 33 acuerdos, Chile es el país con más tratados de libre comercio del mundo, gozando de un acceso preferencial a 65 economías, que representan el 88% del PIB mundial.

  • Estas cifras no son el logro de un solo gobierno o de la imposición de una única visión de desarrollo. Por el contrario, son fruto de acuerdos políticos amplios basados en la evidencia y el pragmatismo, forjados en los tan vilipendiados 30 años.
  • Chile es una economía pequeña (0,3% del PIB mundial) que necesita de los mercados mundiales para crecer y así disminuir sus índices de pobreza y desigualdad. No hay otro camino.
  • Nuestra entrada al CPTPP no solo ratifica esto, sino que nos permite afianzar la relación con importantes socios comerciales en un mundo acechado, cada vez más, por pulsiones proteccionistas.

La crítica al CPTPP, basada exclusivamente en una disminución de las exportaciones para el 2023, es infundada y caprichosa. Esto porque en un escenario de estancamiento económico, todas las exportaciones de Chile cayeron (-8,7% real anual), no solo las destinadas a los países de este bloque (ver Figura 1). Por el contrario, la pregunta correcta que debemos hacernos es: ¿cuál hubiese sido este resultado sin la entrada de Chile al CPTPP?

  • No considerar este contrafactual —concepto elemental en cualquier evaluación de políticas públicas— no resiste mucho análisis. Tampoco resiste mucho análisis tomar un solo dato (exportaciones 2023) y extrapolarlo como resultado de una política de esta envergadura.
  • El impacto del acuerdo es multidimensional y se debe medir en el largo plazo. También es curioso que hoy solo se mencionen las exportaciones, cuando ayer las críticas eran una eventual pérdida de soberanía; un debilitamiento a la protección ambiental; o un detrimento de los derechos de los trabajadores chilenos.
  • A un año de su implementación, ninguno de estos miedos infundados parece haberse materializado.

La crítica de Ahumada al CPTPP es sintomática de la manera de hacer política de la izquierda frenteamplista. Se esconde un ella un profundo desdén a los logros alcanzados por Chile en las última décadas —en este caso una exitosa apertura comercial basada en el multilateralismo— y se arman “monos de paja” para apuntar con el dedo y así avanzar con agendas propias.

  • Recordemos que el mismo programa del Presidente Boric planteaba revisar todos los tratados de libre comercio, por si estos eran incompatibles con su nuevo proyecto de desarrollo.
  • Este supuesto antagonismo no solo tambaleó ante economistas de todos los sectores, sino que fue sepultado por el mismo gobierno al ratificar el nuevo tratado con la Unión Europea y llevar a votación al Senado el CPTPP.

La entrada de Chile al CPTPP es un buen ejemplo de cómo Chile debe avanzar hacia el futuro. Dando continuidad a una política de Estado que ha mostrado ser exitosa, de forma gradual y sin saltos al vacío que prometan refundar nuestra economía.

  • En el comercio internacional no hay enemigos. En otras palabras, no es un juego de suma-cero. Sin la cooperación de nuestros socios comerciales, nos moveremos peligrosamente a un mundo cada vez más fragmentado.
  • El desafío de los demócratas liberales está en darle un nuevo impulso a nuestra política comercial y al multilateralismo para que sus beneficios lleguen a todos, no tirarlo por la borda o declaralo un proyecto en banca rota, como algunos advierten, con un relato, pero sin datos.

Esta columna se publicó en Ex-Ante.

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