Nueve propuestas para un nuevo sistema previsional
Actualmente las pensiones son bajas para una gran parte de los jubilados, lo que se explica por varias razones entre las que destacan la baja densidad de cotizaciones durante la etapa laboral; la baja tasa de cotización; el aumento de la expectativa de vida; entre otros. Si a esto agregamos la gran caída del ahorro individual debido a los retiros de fondos previsionales, la necesidad de aumentar el nivel de pensiones de los jubilados es inminente.
Así, urge reformar el sistema de pensiones, poniendo especial atención a la situación de quienes hoy tienen bajas pensiones, la informalidad y precariedad laboral, el desempleo y demás factores que generan diferencias en la capacidad de ahorro de las personas, apoyándonos solidariamente para el logro sostenible de una jubilación digna para todos.
Se debe tener presente que la creación de la PGU a comienzos de este año significó un aumento de la solidaridad del sistema de pensiones con cargo a rentas generales de la Nación por 1,2% del PIB, lo que equivale a cerca de 4 puntos de cotización. Por lo tanto, la necesidad de destinar parte de la cotización adicional a solidaridad es menor que en la discusión previa a la existencia de la PGU.
La población de Chile envejece a pasos agigantados. Al año 2050 la cantidad de personas mayores de 65 años como porcentaje de la población se duplicará, lo que generará una fuerte presión fiscal para asegurar buenas pensiones. Queremos que tanto en el Chile del 2050, como en el del presente, podamos entregar pensiones adecuadas a nuestros adultos mayores.
Por esto, en el siguiente documento proponemos una serie de reformas a nuestro sistema previsional, todas con un objetivo común: generar pensiones dignas y sostenibles en el tiempo.
Así, las nueve propuestas que se desarrollaron en base a cinco diagnósticos, a largo plazo elevarían todas las pensiones en aproximadamente $215.000. Además, las pensiones autofinanciadas se incrementarían en torno a un 60% en el largo plazo.
