Una oportunidad para frenar la fragmentación política

27 Ene 2025

La existencia de dos proyectos de ley orientados a reducir la fragmentación política, uno discutido en el Senado y otro en la Cámara de Diputados, da cuenta de una positiva señal, a saber, que hay un consenso sobre el problema que la excesiva fragmentación representa para la gobernabilidad y la formulación de políticas en un país presidencialista como el nuestro.

En términos generales, el proyecto del Senado establece un umbral del 5% u 8 legisladores en el Congreso para que los partidos puedan optar a escaños y seguir constituidos como tales, mientras que la iniciativa que se discute en la Cámara establece la posibilidad de que los partidos se puedan “federar” para evitar su disolución por las causales del artículo 56 N°2 de la Ley Orgánica Constitucional de Partidos Políticos.

En este sentido, el proyecto discutido por la Cámara en verdad no combate la fragmentación si es que por ella entendemos el número de partidos que compiten en una elección o logran escaños, sino que la mantiene bajo la figura de “federaciones”. Al permitir que los partidos puedan seguir constituidos incluso sin superar el umbral vigente del 5% de los votos válidamente emitidos en 8 regiones a nivel nacional o 3 contiguas (art. 56 N°2, Ley N°18.603), los partidos pequeños podrían seguir existiendo aún con una muy baja votación.

Así, hay inconsistencias entre un proyecto y otro: mientras el del Senado refuerza los umbrales, el de la Cámara los debilita. Del mismo modo, mientras el primero combate la fragmentación, el segundo la mantiene bajo “federaciones de partidos”.

Por lo tanto, el Congreso debería colocar sus esfuerzos en perfeccionar la iniciativa que actualmente se discute en el Senado, ya que no solo cuenta con el apoyo de fuerzas políticas de oficialismo y oposición, sino que además, a diferencia de su par en la Cámara, efectivamente se hace cargo del problema al reducir los excesivos niveles de fragmentación política.

El umbral del 5% a nivel nacional no resolverá todos los problemas de nuestro sistema político, pero sin duda su aprobación representará un avance que posibilitará la discusión de mejores reformas. A futuro podría ser demasiado tarde y difícil avanzar en proyectos de este tipo, más todavía si consideramos que, según el Servicio Electoral (2024), en las elecciones de este año podría haber 29 partidos constituidos. El momento es ahora.

Esta columna se publicó en La Segunda.

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