Salud: reforma por secretaría
Las indicaciones ingresadas por el Gobierno al proyecto de ley corta de Isapres no contemplan ningún mecanismo de rebaja de la deuda y además proponen un insuficiente esquema de reajuste de los precios de las Isapres, arriesgando la quiebra de las aseguradoras. Como se ha dicho hasta el cansancio, esto traería dramáticas consecuencias para el sistema de salud, los prestadores privados y las personas.
Las indicaciones si se preocupan del fortalecimiento de Fonasa que tendrá que enfrentar la eventual quiebra del sistema asegurador privado. Así, el Gobierno estaría aprovechando el fallo de la Corte Suprema para modificar el sistema de salud y migrar hacia un esquema de seguro único, sabiendo que es una reforma que, de presentarse, probablemente no sería aprobada por el Congreso.
Esta discusión recuerda la que tuvimos hace algunos años respecto de la educación: fortalecer la alternativa pública forzando la migración hacia ésta debido a una desconfianza profunda del rol de los privados en la provisión de derechos sociales. Los resultados están a la vista. En la práctica, quienes tengan más recursos y estén sanos podrán acceder a seguros privados de alto costo (algunos de ellos internacionales), mientras que la clase media, los más pobres y los enfermos serán, una vez más, los más perjudicados.
Esta carta al director se publicó en El Mercurio.