“Asimilarse a los republicanos sería un error enorme. Ya lo vimos con la ex Concertación”
La derecha liberal se ha visto opacada en las últimas elecciones. ¿Por qué motivos?
La ciudadanía se expresó en las últimas elecciones con un mensaje muy nítido que es una demanda por seguridad, por el combate a la inmigración ilegal y por progreso económico. Leer los resultados en el eje izquierda-derecha o liberal-conservador no parece ser lo más adecuado. Lo que sí es valioso y que hoy está en el debate, es el consenso por una Constitución más bien mínima, es decir una anclada en grandes principios sobre derechos y libertades fundamentales y que organice nuestro marco institucional y la forma que se organiza el poder político, dejando espacio a la política para que resuelva nuestras diferencias. Así, este proceso sigue siendo una gran oportunidad para las ideas liberales por las cuales seguiremos abogando.
La derecha republicana, ¿llegó para quedarse?
Eso está por verse. Grandes resultados traen consigo grandes responsabilidades. La primera gran prueba del Partido Republicano es el Consejo Constitucional. Tendrán que decidir entre “pasar máquina” y plasmar su visión de país en la Constitución o, por el contrario, demostrar vocación de mayoría y buscar un texto lo más representativo posible de las distintas visiones que hoy existen en nuestra sociedad, tal como lo acaba de hacer el Consejo de Expertos. Los republicanos tienen la palabra.
¿La centroderecha tiene que inclinarse más al centro con partidos como Demócratas y Amarillos, que hacia el P. Republicano?
La centroderecha no debe mirar ni a su izquierda ni a su derecha, sino que hacia adelante. Hoy más que nunca debe profundizar un proyecto fiel a sus convicciones. Para esto se necesita diálogo, acuerdos y un espíritu reformista, insistiendo en la importancia del crecimiento económico. Asimilarse a los republicanos sería un error de proporciones. Ya lo aprendimos con la ex Concertación y su mimetización con el Frente Amplio.
¿Es necesario ser una derecha reformista?
Desde el estallido social Chile no ha avanzado en ninguna reforma estructural. La gente sigue esperando y se está acumulando mucha frustración. El statu quo solo genera frustración. Chile necesita con urgencia reformas en materia de orden público y seguridad, en pensiones, educación y salud así como en la urgente necesidad de volver a crecer. En Horizontal, hemos realizado propuestas serias en cada una de estas materias.
Nota publicada en El Mercurio.
