¿Qué hay de la prevención del delito?

22 Nov 2023

Chile atraviesa una crisis de seguridad caracterizada por un aumento en el grado de violencia ejercida en los delitos y una mayor presencia del crimen organizado. Hechos recientes, como la seguidilla de secuestros y el ataque a una carabinera con una granada, dan cuenta de esta situación y han aumentado la presión sobre la estrategia de seguridad del Gobierno, el que ha respondido con medidas tendientes a mejorar la persecución del crimen.

Sin embargo, el énfasis en la captura y condena de quienes delinquen ha relegado una dimensión no menos importante para combatir la crisis de inseguridad, a saber, la prevención del delito. Esta engloba un amplio rango de enfoques, entre los que se encuentra la prevención social del delito –orientado a reducir factores de riesgo y promover conductas adecuadas en la sociedad con especial énfasis en la infancia y juventud— y la prevención de la reincidencia mejorando el control al interior de las cárceles y perfeccionando la rehabilitación social de quienes delinquen.

Sobre lo primero, es especialmente preocupante el aumento en la deserción escolar. Sviatschi (2023) sostiene que prevenir la deserción impide la acumulación de capital criminal y resguarda a las niñas, niños y adolescentes del reclutamiento por parte de bandas delictivas. Sin embargo, según un reciente informe del Mineduc, el 2023 se registraron 50.814 estudiantes desvinculados, equivalentes a 5.969 más que el año pasado a la misma fecha. En otras palabras, cada vez habría más personas potencialmente disponibles para la comisión de delitos.

Con respecto a la prevención a través de las cárceles, es difícil que esta se logre si es que se mantiene la actual situación de los recintos penitenciarios. Según el INDH (2022), el 55% de los 83 centros penitenciarios tiene una ocupación superior al 100% y niveles de hacinamiento críticos en el 36% de los casos. En este sentido, como ha identificado el exdirector nacional de Gendarmería, Christian Alveal, una mayor cantidad de reos en espacios más reducidos, con una delincuencia cualitativamente más compleja y una falta de modernización del sistema de categorización y segmentación de internos, facilita el reclutamiento de los condenados por parte del crimen organizado.

Necesitamos enfrentar la delincuencia desde una mirada integral, que considere todas las dimensiones de esta. Si es que se mejoran las técnicas de aprehensión y se aumentan las condenas sin considerar la prevención del delito al menos en las dimensiones señaladas, estamos sencillamente postergando un problema que se acumulará y eventualmente podría estallar de peor forma.

Esta columna se publicó en La Segunda.

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