¿Aprenderemos de los errores?

28 Jun 2025

De acuerdo con lo establecido en la reforma de pensiones, el Gobierno envió al Congreso un proyecto de ley que modifica el Seguro de Invalidez y Sobrevivencia (SIS). Sin embargo, en lugar de abordar los evidentes problemas estructurales de este seguro, la iniciativa simplemente traspasa el riesgo financiero al Fondo Autónomo de Protección Previsional (FAPP), eludiendo los problemas de fondo y comprometiendo la sostenibilidad del nuevo sistema.

Como exintegrantes de la Mesa Técnica asesora del Senado en la reforma previsional, nos parece necesario recordar que en dicha Mesa hubo acuerdo en la necesidad de evaluar y rediseñar el SIS: “Existió consenso entre los comisionados en la conveniencia de evaluar en el futuro el diseño del seguro de invalidez y sobrevivencia (…) Se tiene presente que se han declarado desiertas algunas licitaciones del seguro, lo que llevó a que las compañías de seguros celebren contratos de administración, en que el riesgo de siniestralidad es asumido por el empleador mediante cotizaciones variables”.

A ello se suma una preocupación creciente sobre posibles fraudes en el acceso al beneficio de invalidez. Así como hoy enfrentamos una grave crisis de sostenibilidad en el sistema de licencias médicas por uso inapropiado, hay indicios de que el SIS podría estar enfrentando una situación similar. No se trata de criminalizar el acceso legítimo a beneficios sociales, sino de preservar la viabilidad de los sistemas mediante controles adecuados y reglas de acceso bien diseñadas.

Pese a este diagnóstico compartido, el proyecto de ley en discusión no introduce ninguna mejora al diseño del seguro ni propone ajustes a su gobernanza, elegibilidad o incentivos. 

En un contexto donde la sostenibilidad fiscal y técnica de los nuevos componentes del sistema previsional es central, seguir postergando la revisión del SIS es una irresponsabilidad. 

Hacemos un llamado al Congreso a introducir ajustes al diseño del SIS. No hacerlo perpetúa los errores del pasado y podría poner en riesgo los avances que con tanto esfuerzo se lograron en la reciente reforma.

Esta columna fue publicada en El Mercurio.

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