Sobre Huachipato

Celebro de la carta de Jorge Menéndez que, a propósito del caso de la siderúrgica de Huachipato, nos invita a discutir sobre políticas de desarrollo productivo en nuestro país.

Lo cierto es que lo visto hasta ahora devela la ausencia de una política de desarrollo coherente del Gobierno y debilita la actual institucionalidad. Sin informe técnico detallado de la Comisión, cuesta creer que el intempestivo aumento de la sobretasa a barras y bolas de acero (24,9% y 33,5%, respectivamente) responda a nuevos antecedentes que acrediten dumping desde China. Recordemos que solo hace unas semanas la sobretasa propuesta por la Comisión era apenas la mitad. Peor aún, el hecho de que la empresa haya solicitado la misma sobretasa que hoy se propone y que todos los representantes del Gobierno la hayan votado a favor (a diferencia de los dos organismos independientes que en ambas ocasiones votaron en contra), sugiere que lo que aquí primó fue la presión ejercida por empresa y sindicatos.

El halo de proteccionismo que envuelve el caso Huachipato nos recuerda la fallida estrategia de «sustitución de importaciones» de 1950 y 1960, que en vez de agregar valor prefería mantener con respirador artificial a empresas no rentables (recordemos que CAP Acero pierde plata desde 2009).

Si queremos tomarnos enserio las políticas de desarrollo productivo, debemos partir por fortalecer la institucionalidad vigente; que tengan racionalidad económica, y tener extremos cuidado con el riesgo de captura que estas conllevan. Lamentablemente nada de eso está presente en este caso. El (todavía) infundado aumento de la sobretasa no solo genera la suspicacia de que el Gobierno está «eligiendo ganadores», sino que se podría estar haciendo a costa de debilitar las instituciones.

Esta carta al director se publicó en El Mercurio.