No hay cupos
Un reportaje publicado en este medio señala que a 10 días de comenzado el año escolar, hay más de 3.000 estudiantes que todavía no pueden matricularse en un colegio. Algunas autoridades han planteado que este problema se debe a altos flujos migratorios y a una baja cobertura en enseñanza media, explicaciones que consideramos, al menos, insuficientes.
Parte del problema radica en las deficiencias del Sistema de Admisión Escolar (SAE), los cambios de fecha y la centralización de la listas de espera por parte del Mineduc, lo que hace más burocrático e ineficiente el proceso de asignación de matrícula.
Pero hay otro factor, más estructural, que se encuentra en la Ley de Inclusión del año 2015 (Nº 20.845 ). En su artículo 2, dicha ley limita la posibilidad de que se instalen colegios subvencionados en lugares en los que hay matrícula disponible en escuelas públicas, independientemente de la calidad de estas. La situación desesperada de los padres que aún no cuentan con colegio para sus hijos, con la vulneración de derechos que esto implica por parte del Estado, exige revisar eliminar esta restricción.
Para asegurar que ningún estudiante sea privado de su derecho a la educación, no solo debemos tener un Estado eficiente y que se adapte a las necesidades de las familias, sino que debemos incentivar y potenciar la creación de nuevos proyectos educativos diversos. Para esto último, deberíamos partir por eliminar dicho artículo.
Esta carta al director se publicó en El Mercurio.