“Cuando los proyectos individuales se anteponen a los colectivos el sector pierde credenciales para gobernar”

12 Abr 2025

Es viernes en la mañana y en la oficina de Horizontal, centro de estudios ligado a Evópoli, no se encuentra nadie más que su director ejecutivo, Juan José Obach. Él mismo es quien abre la llamativa puerta roja de la casa de ladrillos de dos pisos en Las Condes y explica que el resto de su equipo se encuentra de teletrabajo ese día.

Es desde allí donde el ingeniero comercial ha dirigido desde hace casi cuatro años el think tank de pensamiento liberal, tiempo en el que ha puesto énfasis en propuestas para modernizar el Estado, el sistema educativo o medidas para enfrentar la permisología.

Al cargo llegó tras un paso por el Ministerio de Hacienda, donde fue jefe de gabinete de Ignacio Briones, con quien luego colaboró para las primarias presidenciales de Chile Vamos en 2021. Ahora vuelve a estar involucrado en una carrera a La Moneda, pero colaborando con una candidata distinta, la abanderada de su sector, Evelyn Matthei.

Forma parte de su equipo programático, en el grupo que diseña las bases institucionales para un eventual gobierno. “Necesitamos gastar mejor y una política social efectiva que reduzca la pobreza y la desigualdad”, explica.

En esta entrevista con “El Mercurio”, Obach entra de lleno en su mirada más política y aborda la unidad del sector, la cual enfatiza como necesaria, aunque también remarca que, a su juicio, el proyecto de su coalición tiene diferencias con las fuerzas más a la derecha.

—Las elecciones de las directivas del Congreso fue vista como una primera prueba de gobernabilidad para la oposición, ¿cómo las evalúa?

—Lo que ocurrió en el Senado nos demuestra la importancia de actuar en unidad. Cuando los proyectos individuales se anteponen a los colectivos el sector pierde credenciales para gobernar. En la Cámara, que pasó todo lo contrario, se actuó con cohesión y los resultados están a la vista. Desde afuera, estas peleas son vistas como que la política se dedica a sí misma, y eso, obviamente, contribuye al hastío de las personas y a la irrupción de los extremos y los populismos.

—¿Y en cuanto a la evaluación de la imagen que dio su sector?

—Chile Vamos está haciendo un esfuerzo sistemático por anteponer los proyectos colectivos por sobre los personales, y así lo vimos en la Cámara.

—¿Lo ocurrido en el Senado es una muestra de un “defecto histórico” de la derecha como dijo un congresista de su partido?

—En general, a la política le está costando mucho ponerse de acuerdo, y yo creo que es algo que debemos retomar.

—Hay quienes dicen que cuando las cosas están más a favor de la derecha se enreda a sí misma, ¿lo comparte?

—No, la derecha ha tenido dos gobiernos en los últimos 15 años y ha demostrado que cuando actúa en unidad puede dar señales de gobernabilidad. La política no está exenta de dificultades ni de la irrupción de personalismos, como lo vimos en el Senado, pero creo que aquí lo importante es redoblar los esfuerzos para presentar un proyecto coherente.

—Evópoli fue uno de los partidos perjudicados por lo ocurrido, ¿cómo lo mira?

—Lo importante es sacar lecciones hacia el futuro. Es por eso que el partido nuevamente está con toda la disposición de actuar en coordinación.

“(ChV) debe mostrar un proyecto liberal nítido”

—En la elección de la presidencia de la Cámara se ordenó toda la oposición, ¿saca alguna lección?

—Lo que aquí importa es saber si existe un proyecto amplio con base en mínimos comunes. Esa es la reflexión que tiene que hacer el sector, ver si somos capaces de consensuar este proyecto.

—¿Cuáles debieran ser esos mínimos comunes?

—La libertad de los proyectos individuales, la importancia del libre comercio que está en tela de juicio por la guerra arancelaria, el respeto a la Constitución y los derechos fundamentales.

—¿Y ustedes en Evópoli se sienten parte de un proyecto en común con el Partido Republicano o el Nacional Libertario?

—Creo que, a diferencia de Chile Vamos, los proyectos de Kast y Kaiser se nutren del hastío de la gente con la política tradicional. A ratos muestran credenciales poco democráticas e iliberales, con una retórica simplista y agresiva. Por ejemplo, el apoyar a un candidato como Trump que ha desatado la ola más proteccionista del siglo y ha buscado indultar a los asaltantes del Capitolio. Frente a esto, Chile Vamos debe trabajar en mostrar un proyecto liberal nítido, con carácter y propuestas serias que resuelvan los problemas de la gente. Si acá hay puntos de acuerdo con las otras derechas, bienvenido sea.

—¿Es posible construir un proyecto de mínimos comunes con esas diferencias?

—Más que la unidad, lo importante es el pragmatismo y la coordinación política.

—Si ganan la presidencial, ¿debiera estar toda la oposición dentro del gobierno?

—El liderazgo de Evelyn Matthei es capaz de darle el carácter que hoy le falta al liberalismo, sobre la valoración de construir sobre lo avanzado. Sin duda, un gobierno suyo debiera buscar coordinarse con las distintas fuerzas de derecha.

—En este período presidencial se han visto las dificultades de gobernar con dos coaliciones, ¿cómo se evita pasar por lo mismo en caso de ganar?

—Se requiere un gobierno con votos suficientes en el Congreso. Llevamos demasiado tiempo con gobiernos débiles que no pueden ejecutar lo que prometen en su programa. Yo rescato la valentía del llamado que ha hecho Matthei. Lamentablemente, hemos visto que el P. Republicano y el Nacional Libertario no han mostrado la misma disposición.

—Y en cuanto a la capacidad de llegar a acuerdos, ¿cómo lo harían? Allí se han visto diferencias.

—El progreso no se logra gritando más fuerte, sino que escuchando y negociando, aunque no estemos de acuerdo en todo. El ejemplo de la reforma de pensiones es uno muy bueno, porque allí se avanzó con pragmatismo, pero sin dejar de lado ciertos principios básicos.

—Si tienen mayoría, ¿qué les asegura a quienes los respalden que van a conseguir ordenarse?

—Nunca vas a tener una certeza absoluta, pero tienes que crear los mecanismos para impulsar proyectos comunes.

Sistema político: “Urgen cambios”

—¿Cómo debe quedar diseñado el sistema político para evitar la fragmentación actual?, ¿qué cambios debe haber?

—Con 18 partidos en el Congreso es imposible avanzar en las reformas que se necesitan. Las modificaciones de 2015 prometían más representatividad, pero nada de eso pasó. Por el contrario, perdimos capacidad de gobernabilidad. Urge cambiar esto, el proyecto que está en el Congreso va en la línea correcta. Si aplicas el umbral de 5%, según nuestras estimaciones, reducirías a 10 los partidos en el Congreso. Lamentablemente, vemos que los extremos no han querido apoyar este proyecto.

—Si las cosas se mantienen cómo están, ¿qué debieran hacer para poder impulsar su agenda en caso de llegar a La Moneda?

—También hay una serie de medidas administrativas, de gestión que se pueden implementar sin pasar por el Congreso y avanzar en paralelo. Un ejemplo concreto, la permisología, donde existen normativas secundarias.

Esta entrevista se publicó en El Mercurio.

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