Un subsidio al ingreso formal del trabajo para Chile
En Chile, la informalidad bordea el 27% de los ocupados, esto es más del doble del promedio OCDE (11%). Para alcanzar la tasa de informalidad al promedio OCDE se requiere formalizar a cerca de 1,5 millones de personas y para alcanzar la mediana OCDE a 2,2 millones.
La informalidad también se observa al analizar los datos administrativos de cotizaciones adicionales, que muestran que solo el 36% de las personas mayores de 15 años cotizan para pensiones, mientras que en los países de ingreso medio alto esa cifra llega al 46,8% y en los países de ingreso alto –categoría a la que actualmente pertenece Chile– alcanza 55,4%.
Para que nuestro país alcance el nivel de formalidad promedio de los países de ingreso medio alto se necesita adicionalmente cerca de 1,7 millones de empleos con cotizaciones y para alcanzar el nivel de países de ingreso alto faltarían 3,1 millones de personas que coticen.
A esto se suma que el Estado chileno, lamentablemente, es menos eficaz en reducir la desigualdad de ingresos generada por el mercado. Una de las razones que explican el mal desempeño de la acción del Estado es la alta fragmentación de la política pública y a errores en su diseño.
Una forma de enfrentar estos desafíos es la introducción de un subsidio al ingreso formal del trabajo (SUIFT). Por eso, en Horizontal proponemos un subsidio monetario que sea automático, masivo y focalizado para los trabajadores formales con ingresos mensuales inferiores al límite del tramo exento del impuesto a la renta (13,5 UTM). Proponemos un subsidio en el que el monto máximo alcance los $100.000 (en pesos de 2022) y se vaya reduciendo gradualmente.
Los beneficiarios llegarían a 3.783.456 y el costo fiscal ascendería a USD 3.375 millones (1,2% del PIB de 2022). El 46% de los beneficiarios del subsidio serían mujeres y 7,8% jóvenes entre 18 y 25 años. Además, se estima que incorporaría al mercado laboral 555.102 personas actualmente inactivas y se formalizarían cerca de 177 mil trabajadores.
En consecuencia, la pobreza se reduciría de 6,5% a 3,9%, lo que significa que aproximadamente 519 mil personas saldrían de la pobreza y la desigualdad medida por el índice de Gini caería de 0,47 a 0,45 lo que incrementaría en 50% la reducción que logra el Estado de este índice actualmente.
El aumento del empleo formal generaría que la ocupación laboral formal suba de 37,6% a 42,7%, mejorando particularmente en los quintiles de menores ingresos. Por ejemplo, se duplicaría la tasa de ocupación formal en el primer quintil y aumentaría seis puntos porcentuales en el segundo quintil. Con esto, la tasa de informalidad chilena bajaría de 27% a 24%.