Corrupción local

12 Oct 2021

Recientemente se ha presumido la existencia de prácticas de corrupción -entendida como el abuso del poder confiado para el beneficio privado- en los municipios de Lo Barnechea, Vitacura y Las Condes, sumándose a otros casos. Su eventual reiteración en varias municipalidades da cuenta de que no se trataría de un fenómeno aislado, sino de un problema estructural. Identificar las causas de estos posibles hechos requiere ir más allá de los individuos implicados para centrarnos en los mecanismos de control y accountability que fallaron al momento de disuadir el uso impropio de valiosos bienes públicos, como un concejo mayoritariamente de una misma coalición que el alcalde y falta de distinción entre funcionarios políticos y técnicos.

Como es obvio, no basta con reconocer los problemas que poseen nuestro Estado si es que las soluciones no se ejecutan oportunamente. Durante el segundo gobierno de Bachelet se destapó la caja del financiamiento irregular de los candidatos, lo que desprestigió profundamente a los partidos tradicionales y a la actividad política en general, junto con potenciar a los outsiders y a las posiciones populistas. Tras ello se presentó el informe de la Comisión Engel, reconociendo varias de las deficiencias que todavía posee nuestra institucionalidad. En el marco de la agenda de modernización del Estado, durante este gobierno también se ha buscado combatir las malas prácticas, al costo de tensionar sus relaciones con funcionarios, alcaldes y legisladores oficialistas. Recordemos que fue gracias al límite a la reelección que hoy sabemos de algunos escándalos.

Considerando la necesidad de más recursos que tienen tantas comunas, las mayores asignaciones que estas eventualmente tendrán para enfrentar la desigual calidad en sus reparticiones y el riesgo del uso clientelar de los municipios, es necesario que a la par del incremento del gasto subnacional se resuelvan los déficits de control que persisten a nivel local. Esto exige que, además de evaluar seriamente la eliminación de las Corporaciones Municipales, acelerar la legislación de las propuestas hechas por las comisiones que se han conformado para enfrentar la corrupción. El desafío es que las platas públicas sean utilizadas como lo que son y no como bienes privados, sin evadir el desafío que ello impone.

*Publicada en La Segunda

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